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Es domingo por la mañana, el sol se cuela entre las copas de los árboles cuando un pequeño grupo de empleados y amigos de ASMC se reúne en un bosque de Sarre. En realidad, son las condiciones perfectas para dar un paseo. Pero nuestro objetivo es otro: aprender cómo sobrevivir al aire libre cuando realmente importa.
Para ello, asistimos a un curso de supervivencia con KB Trainings. Los instructores Florian y Jan, ambos soldados en activo con décadas de experiencia, nos introducen en los fundamentos de la supervivencia.
La formación se centra en qué equipo se necesita para sobrevivir en situaciones de emergencia, cómo utilizarlo y cómo se pueden emplear recursos de la naturaleza o incluso basura para sobrevivir.
En la supervivencia se trata de luchar, en una situación extrema, contra todo aquello que pueda amenazar la vida de forma inmediata: frío, humedad, hambre, sed, desorientación, agotamiento, miedo. Quien quiera resistir en el exterior, sin ayudas modernas y aislado de la civilización, debe aprender a arreglárselas con recursos escasos, tomar decisiones claras y priorizar correctamente las propias necesidades.
Imagina que eres superviviente de un accidente de avión, en medio de la nada. O que tu vehículo se avería en un bosque remoto, lejos de la localidad más cercana.
Sin cobertura, sin señal GPS, las baterías del smartphone y del smartwatch están agotadas. Ahora puedes esperar a que pase alguien o intentar pedir ayuda. Sin tecnología funcional, orientarse deja de ser algo tan sencillo.
En el curso aprendimos el manejo de mapa y brújula, qué es la rejilla UTM que se utiliza en el ámbito militar y cómo llegar al objetivo con ayuda del número de rumbo de marcha y el método del doble paso.
Que también se puede prescindir por completo de la brújula lo demostró Jan. Con la ayuda de palos construyó una brújula en el suelo del bosque con la que se pueden determinar los puntos cardinales, aunque solo funciona en días soleados.
Los nudos no solo son útiles en situaciones de supervivencia: son auténticos todoterreno para todo lo que ocurre al aire libre: al montar un refugio de emergencia, tensar un tarp, colgar una hamaca o incluso construir una camilla improvisada para el transporte de heridos.
En el curso quedó claro rápidamente: no se trata de aprender decenas de nudos complicados, sino de dominar correctamente un puñado de nudos útiles para diferentes usos. Son especialmente prácticos, por ejemplo, los nudos que se aprietan firmemente pero se pueden soltar de un tirón. Ideales para tensar tarps o lonas. Luego están los nudos corredizos, con los que se puede ajustar la longitud de la cuerda: permanecen estables bajo tensión, pero se pueden reajustar si es necesario. Este tipo de nudos es especialmente útil cuando se quiere, por ejemplo, tensar una tienda de campaña o fijar con seguridad una hamaca.
También se mostraron nudos de seguridad, importantes, por ejemplo, para camillas improvisadas o para asegurar el equipo en terrenos difíciles.
Así fue en la práctica: Algunos nudos no salieron bien a la primera. Pero la práctica hace al maestro y practicar con regularidad ayuda a que los movimientos salgan de forma automática incluso en condiciones difíciles, como por ejemplo con frío.
Una de las lecciones más impactantes del curso fue la construcción de trampas sencillas para garantizar la supervivencia en una situación de verdadera emergencia. Porque, aunque las plantas, bayas y setas puedan ser comestibles, a menudo no aportan suficiente energía para mantener el rendimiento a largo plazo. En cambio, las proteínas y grasas de origen animal proporcionan exactamente las calorías necesarias para sobrevivir, especialmente con frío, esfuerzo físico y falta de sueño.
Los conocimientos de nudos aprendidos previamente se aplicaron directamente en la construcción de trampas: lazos, mecanismos de disparo, sistemas de tensión: todo eso solo funciona si los nudos aguantan y pueden hacerse rápidamente.
Además, para la construcción de trampas es útil contar con la herramienta adecuada: basta con un cuchillo de hoja fija. Aún mejor es una sierra de mano o un hacha.
Además de la construcción técnica de las trampas, también se trataba de reconocer rastros, interpretar las rutas de paso de los animales y colocar las trampas de la forma más discreta y eficaz posible.
Sin embargo, también fue importante la indicación legal: fuera de situaciones reales de emergencia, colocar trampas está prohibido en Alemania. Las técnicas mostradas están pensadas exclusivamente para casos de emergencia, y precisamente con este enfoque fueron transmitidas.
Un lugar seco para dormir es esencial en supervivencia para evitar la hipotermia. Con un tarp, algo de paracord y dos árboles se puede montar rápidamente un refugio sencillo. Si no se dispone de cuerda, una botella de PET puede servir como práctico sustituto: en el bosque a menudo se encuentra basura que puede aprovecharse. Con un cuchillo se puede cortar en espiral una tira de aproximadamente el grosor de un dedo. La "cuerda" resultante puede utilizarse como ayuda de fijación improvisada.
Como alternativa se puede utilizar un poncho de lluvia, que durante el día protege de la lluvia y por la noche se reconvierte en refugio de emergencia. Es importante cerrar bien la capucha para evitar la entrada de agua.
Para aislar del frío del suelo son adecuados materiales naturales como las ramas de coníferas en bosques de pinos o una gruesa capa de hojas en bosques caducifolios. Una cama sencilla de ramas protege además de la humedad y del frío procedentes del suelo.
Lo que hemos aprendido: Improvisar con los medios disponibles es un aspecto esencial del survival. El equipo que llevas contigo puede ser de gran ayuda. Especialmente una Manta de emergencia es ligera y compacta y un auténtico todoterreno: abriga, refleja el calor corporal y, con mucho calor, puede utilizarse como protección solar para evitar la deshidratación y la insolación. Además, la manta térmica también puede emplearse para obtener agua, utilizándola para recoger agua de condensación o de lluvia.
Sin agua, el ser humano solo puede sobrevivir unos tres días; por eso, la obtención de agua es una de las habilidades de supervivencia más importantes. En el mejor de los casos se encuentra un manantial, un arroyo u otra masa de agua natural. Pero incluso el agua clara puede contener gérmenes que pueden llegar a ser mortales. Por ello, la regla es: hervir o filtrar siempre el agua antes de beberla.
Un compacto Filtro de agua es una verdadera ventaja cuando estás de camino, pero a menudo no lo tienes a mano. En esos casos toca improvisar. Con algo de basura del bosque, por ejemplo una botella de PET, se puede construir un filtro sencillo. Varias capas de arena, piedras, carbón vegetal o incluso algodón ayudan a filtrar las impurezas gruesas. Un trozo de tela sobre la abertura puede servir como etapa de filtrado adicional.
Importante: Incluso después de filtrarla, el agua debe hervirse para eliminar de forma segura los gérmenes.
Si no hay una fuente de agua cerca, existe otra posibilidad: obtener agua mediante condensación. Una bolsa de basura colocada sobre una rama frondosa y bien cerrada recoge, gracias a la radiación solar, agua de condensación durante varias horas: poca, pero en una emergencia cada gota cuenta.
La manta térmica resulta ser un verdadero todoterreno: no solo protege del enfriamiento y sirve como protección contra el calor en caso de fuerte radiación solar, sino que además puede utilizarse para obtener agua, recogiendo lluvia o agua de condensación.
Lo que nos hemos llevado del curso: La obtención de agua suele ser laboriosa y requiere tiempo. Quien actúa solo cuando aparece la sensación de sed ya está deshidratado. Por eso hay que ocuparse pronto de la obtención y el tratamiento del agua potable. Encontrar agua y hacerla potable no es algo que ocurra por sí solo: requiere preparación, conocimientos y, a veces, también creatividad.
Especialmente con frío y humedad, el fuego es vital para sobrevivir: calienta, te ayuda a secar la ropa, hervir agua y preparar comida. Un pequeño ayudante con gran efecto es el ferrocerio.
Antes de encender el fuego, deberías tener todos los materiales a mano; de lo contrario, se apagará rápidamente. Como yesca son adecuados la corteza de abedul, tampones o Ocote. Una vez que la llama está encendida, se alimenta con ramitas finas y secas.
Sin embargo, encontrar madera seca no siempre es fácil, dependiendo de las condiciones meteorológicas. Por eso merece la pena recoger durante el día corteza adecuada o madera muerta y almacenarla en seco, por ejemplo en una pequeña bolsa o en el bolsillo exterior de tu mochila. Así, encender el fuego por la noche será mucho más sencillo. La resina también es ideal como ayuda para el encendido.
Conclusiones del curso: Hacer fuego sin mechero no es nada fácil. Incluso en condiciones ideales, no conseguimos encender un fuego con el ferrocerio a la primera. Sin ferrocerio, hacer fuego es aún mucho más difícil y requiere mucha práctica, por ejemplo con el método del taladro de fuego.

Los cursos de KB Trainings en survival/bushcraft, defensa personal, formación en tiro, así como el curso de medicina táctica, se pueden reservar en www.kb-trainings.de.
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