Cuando se acaban los caminos: la bota de montaña
Las botas de montaña están pensadas para rutas en terreno alpino y de alta montaña y también son adecuadas para cruzar glaciares y hielo. Lo característico de estas botas relativamente pesadas es la suela rígida y resistente a la torsión y la caña alta.
Características y propiedades importantes de las botas de montaña
El ámbito de uso de las botas de montaña comienza cuando ya no hay caminos acondicionados y se entra en terreno difícil de alta montaña. Con ellas se pueden realizar rutas por terrenos complicados, así como sobre glaciares, hielo y nieve. Son ideales para vías ferratas y pasos de escalada fáciles. Además, suelen disponer de un enganche para crampones con cierre de palanca. Las botas de montaña suelen estar equipadas con una membrana impermeable y se fabrican con materiales sintéticos ligeros.
Una característica especialmente importante de las botas de montaña es la suela dura y rígida a la torsión. Gracias a ella es posible mantener un apoyo seguro incluso en pequeños apoyos, peldaños y salientes. Sin embargo, las suelas no son completamente planas, sino ligeramente curvadas. Esta curvatura facilita el movimiento de rodadura del pie y permite al usuario recorrer también distancias más largas.
¿A qué hay que prestar especial atención al comprar botas de montaña?
Si la ruta elegida discurre durante largos tramos por terreno helado o glaciares, se recomienda elegir modelos con aislamiento adicional para proteger los pies del frío. Si tienes previstas rutas de escalada en paredes de hielo empinadas o tramos de escalada especialmente exigentes, deberías elegir un modelo que disponga de alojamiento para crampones automáticos. En estas botas, la suela está aún más rígida, lo que facilita permanecer más tiempo sobre los dientes frontales de los crampones. Algunos modelos también están equipados con polainas integradas para ofrecer una protección fiable contra la entrada de agua.
En rutas especialmente exigentes y de alta montaña se debe utilizar una bota de alpinismo con botín interior separado. Estas botas son considerablemente más cálidas, se secan con mayor facilidad y no es necesario quitárselas para meterse en el saco de dormir. Los cordones están diseñados de tal forma que se puedan manejar con guantes.
Cuidar correctamente las botas de montaña aquí
Para proteger de forma duradera la membrana de la bota, se recomienda utilizar siempre una crema para calzado adecuada y recomendada por el fabricante. Si no se va a usar durante un periodo prolongado, la bota debe guardarse en un lugar seco. Para ello, por cierto, también es muy adecuada la caja de zapatos.
Preguntas: botas de montaña
¿Cómo encuentro la talla adecuada?
Para la compra de unas botas de montaña conviene reservar algo de tiempo para poder probar con calma los modelos que entren en consideración. Se recomienda ponerse ya para la prueba los calcetines de senderismo previstos para la próxima ruta. Al probarlas, se debe prestar especial atención a un rodar del pie fluido, siendo lo ideal que el punto de flexión se sitúe directamente bajo la bola del pie.
Bota de montaña, bota de trekking alpino y bota de alpinismo: ¿cuál para qué propósito?
Para vías ferratas fáciles y rutas de senderismo por media montaña fuera de los caminos, basta con una ligera bota de montaña. También puede utilizarse para rutas alpinas siempre que no haya que cruzar glaciares o hielo. Cuando el terreno se vuelve más exigente, la mejor elección es la bota de alta montaña. Para expediciones y rutas exigentes en terreno extremo, son más adecuadas las botas alpinas o de alta ruta. Su suela es extremadamente rígida y dispone solo de una amortiguación mínima, para poder montar también crampones automáticos.
